El despacho de Trino Abadía Abogados: Introducción

Es común tener la imagen del abogado asociado única y exclusivamente a la defensa de los intereses de los ciudadanos ante los tribunales de justicia. Ahora bien, a veces, desgraciadamente, pasa desapercibido el carácter preventivo de la abogacía.

Sin dudas, el mejor momento para consultar a un abogado es siempre antes de tener un problema legal. El consejo legal preventivo de éste puede ahorrar tiempo, problemas y dinero, o en su caso puede hacer que los problemas no se amplifiquen y no se hagan aún más grandes todavía, evitando perjuicios mayores.

El Derecho envuelve por completo, sin darnos cuenta, nuestro día a día. Constantemente estamos expuestos a múltiples relaciones jurídicas, ya sea empezando por las relaciones de nuestro propio trabajo (con los distintos derechos y deberes frente al empresario), pasando por nuestra propia vivienda (contrato de arrendamiento, permanecer en una comunidad de propietarios, préstamos hipotecarios…), relaciones con el estado ( por ejemplo con la Agencia Tributaria, Seguridad Social, Extranjería… ) o que menos que las relaciones más básicas y frecuentes (consumo, compraventas, circulación ) llegando finalmente a las relaciones de nuestro ámbito más privado, la familia (alimentos, filiación, matrimonial).

Todas éstas relaciones se encuentran reguladas por nuestro ordenamiento jurídico a través de leyes, reglamentos y otras normas que en algunos casos resultan de obligada observancia y por tanto de obligado cumplimiento, pero por contra, el numeroso entramado de estas normas y su más o menos complicada redacción, comporta que en ocasiones el ciudadano no sepa interpretarlas o que incluso las llegue a desconocer.

El mejor momento para consultar a un abogado es antes de tener un problema legal, es decir, consultando a su abogado en su tarea de prevención, ahora bien, en caso de tenerlos, no resulta menos imprescindible estar bien asesorado.

Nuestra labor es la de dar respuesta a las preguntas y dudas que se hacen los ciudadanos en sus distintas relaciones jurídicas dado el complejo  e inacabable panorama normativo,  asesorando, guiando y orientando a fin de ofrecerle las soluciones para él más ventajosas y que le evitarán de perjuicios futuros. Estamos para ayudarle, estamos de su parte, para aconsejarle y orientarlo.

Es nuestro deber:

  • Actuar con total honradez, franqueza, discreción, eficiencia y lealtad, guardando en todo momento el
    secreto profesional
  • Conservar una absoluta independencia en sus actuaciones profesionales.
  • Defender sus derechos: nuestra misión.